La retracción de encías es un signo bucodental que conlleva una progresiva pérdida de la encía hasta que deja al descubierto la raíz del diente, y que puede provocar la pérdida de la pieza dental.
Los motivos más habituales por los que aparece la retracción de encías son la enfermedad periodontal; un cepillado agresivo; bruxismo; un traumatismo bucodental; el tabaco o el roce de los piercings orales.
Que la raíz del diente quede al descubierto puede ocasionar otros problemas en nuestra salud dental como sensibilidad dental, ya que la raíz pierde la protección natural de la encía; acumulación de placa bacteriana, que puede provocar la aparición de patologías periodontales como gingivitis y periodontitis; además de afectar de forma estética a tu sonrisa.
¿Cómo se pueden curar las encías retraídas?
Si observamos que tenemos las encías retraídas, es necesario visitar a nuestro periodoncista lo antes posible ya que para solucionar la recesión de encías, lo primero es acabar con la causa concreta que ha originado la retracción.
Es necesario aclarar que la encía no se recupera o se regenera por sí sola. Es decir, el tejido que se ha retraído no vuelve a crecer.
Por lo que no existe ningún remedio natural o casero que consiga este propósito.
El tratamiento ante este problema debe ser siempre odontológico.
Nuestro periodoncista, el Doctor Alonso, tras la evaluación de cada caso, determina que tratamiento es necesario llevar a cabo para mantener tus encías en un estado de salud óptimo.
Ante estos casos se puede llevar a cabo un injerto o un estiramiento de encía. Esta decisión está condicionada por el nivel de retracción que haya alcanzado la encía.
- Injerto de encía: como indica la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA), el injerto de encía es una técnica quirúrgica mínimamente invasiva. Se toma de tejido blando, generalmente del paladar del propio paciente, y, posteriormente, se coloca en la zona en la que el diente o implante se ha quedado sin protección. Además de evitar todos los problemas que hemos citado previamente, el injerto servirá para prevenir futuras recesiones, ya que la encía injertada es más resistente que la natural.
- Estiramiento de encía: si el caso lo permite, se puede realizar un estiramiento de la propia encía, de forma que recupera su estado original sin la necesidad de realizar un injerto. Se lleva a cabo cuando la retracción es menor.
Ante unas encías retraídas, debemos de empezar a cepillarnos los dientes de manera más suave. De esta manera, conseguiremos que la recesión no vaya a más. No es necesario llevar a cabo un cepillado enérgico para tener una buena salud dental. Simplemente debemos ser meticulosos y no olvidarnos de ninguna zona.
Asimismo, debes visitar a tu dentista cada seis meses con el objetivo de mantener una buena salud bucal y prevenir la retracción de encías o las enfermedades periodontales.