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En verano es más difícil cuidar de nuestra salud dental. Nuestros hábitos alimenticios y de higiene bucodental cambian. Nuevos horarios, mayor ingesta de bebidas y alimentos fríos y azucarados, comidas fuera de casa y nuevas actividades físico deportivas…

Estos factores hacen que nuestra salud bucodental puede verse afectada con patologías como halitosis, sangrado de encías, hipersensibilidad, traumatismos o incluso pérdida de dientes.

Higiene y salud dental: Haz un esfuerzo extra por lavarte los dientes tres veces al día como de costumbre, poniendo especial atención al cepillado antes de dormir. Además, no olvides el hilo o seda dental para evitar las caries interproximales.

Un buen aliado para aquellos momentos de este verano en los que no puedas cepillarte, son los chicles sin azúcar con xilitol. Aunque sean una alternativa de urgencia, te ayudarán a aumentar el pH bucal dificultando la acción agresiva de las bacterias. Los chicles estimulan la salivación y ayudan a expulsar los restos de comida de entre los dientes.

Alimentación: Verano es la época más complicada para seguir un orden tanto alimenticio como de higiene. Consumimos mayor cantidad de bebidas frías, azucaradas y carbonatadas, así como helados, zumos y bebidas alcohólicas. Estas generan una serie de ácidos en la boca que si se abusa de ellas pueden desmineralizar los dientes y dañar el esmalte.

Si esto pasa, la dentadura quedará más desprotegida ante las bacterias causantes de la caries y es posible que aumenten las manifestaciones de hipersensibilidad. Para evitarlo, es necesario tener una adecuada hidratación del organismo, gracias a la cual se conseguirá que tanto el flujo como la calidad de la saliva sea la adecuada.

Para que tu nivel de hidratación sea el adecuado, bebe dos litros de agua al día además de tomar alimentos como verduras y frutas con alto contenido hídrico.

Deportes y ocio: de la misma manera que nuestros hábitos de higiene y alimentación cambian, nuestra actividad en la mayoría de los casos también lo hace.  Realizamos actividades de mayor riesgo como visitar parques acuáticos, snorkell, deportes de aventura o de playa… que pueden provocar algunas patologías.

Por ejemplo, la pérdida de hidratación que junto a la tendencia a respirar por la boca cuando se practica deporte, hace que el flujo salivar disminuya y la boca quede más desprotegida frente al ataque de bacterias y ácidos.

De igual manera, el cloro de las piscinas puede alterar también el pH. Éste favorece la desmineralización de los dientes. Por tanto para reforzar el PH utiliza dentífricos y colutorios con flúor.

Si en tu practica está la realización de deportes subacuáticos como el snorkell, debes saber el uso de las boquillas puede alterar la fisiología natural de la boca pudiendo interferir, por ejemplo, en una ortodoncia fija o provocar dolores de cabeza por las posiciones anormales y forzadas de la articulación temporomandibular.

Y como parte de tu sonrisa son también los labios, no olvides protegerlos del sol. Este verano utiliza un buen protector solar para evitar que se agrieten o aparezcan problemas mayores.

Disfruta de tu verano de manera responsable y visítanos antes o después de tus vacaciones.

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