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Los cambios hormonales en las mujeres y cómo afectan a tu salud dental.

Las mujeres atraviesan diferentes etapas hormonales a lo largo de su vida. La pubertad, el embarazo y la menopausia son los momentos más críticos de las mujeres. Son los tres procesos en los que más variaciones se producen.  Y además de estos cambios que se sufren en el cuerpo hay que poner especial atención al cuidado de encías y dientes.

Pubertad
La pubertad es una etapa en la que es especialmente importante seguir una higiene bucodental. También es muy importante empezar a realizar revisiones periódicas. De esta manera, podremos controlar si los niveles de hormonas han producido problemas como la inflamación de las encías, gingivitis y el sangrado de las encías.

Al pasar de la pubertad a la edad fértil los niveles hormonales tienen un papel protector sobre la salud de las encías. Sin embargo esto no es excusa  para descuidar nuestra higiene bucodental y seguir con las revisiones cada 6-12 meses. Si tomas anticonceptivos de manera prolongada, debes estar atenta a posibles inflamaciones gingivales.

Embarazo
El embarazo aumenta el riesgo de tener caries y enfermedad de las encías de las mujeres. Los cambios en los niveles de estrógenos y progesterona favorecen la aparición de gingivitis. La placa se acumula y genera inflamación, enrojecimiento y sangrado. Esto se da por la alta producción de hormonas que genera cambios en la reacción del cuerpo ante la placa dental.

En ocasiones, también aparecen unos quistes en la encía llamados épulis. Estos bultos aparecen en el primer trimestre del embarazo y provocan sangrado. Además dificultan la masticación e incluso pueden separar los dientes. En algunas ocasiones, es necesario extirparlos quirúrgicamente, aunque normalmente suelen desaparecer cuando se restaura el equilibrio hormonal después del parto.

Menopausia
El descenso en la producción de hormonas comienza a producirse entre los 45 y 55 años de edad. Es el momento en el que empiezan a sufrir problemas bucodentales, por tanto hay que extremar la higiene bucal y las visitas al dentista.

Los problemas surgen por la bajada de los niveles de estrógenos, que afecta directamente a las encías y que además puede producir osteoporosis. Igualmente, la reducción de progesterona provoca una disminución de la densidad ósea de la mandíbula, poniendo en riesgo el sustento de nuestros dientes.

En esta etapa también se puede apreciar el síndrome de la boca seca o xerostomía. Esto favorece la acumulación de placa bacteriana aumentando la inflamación gingival y las caries.

¿Y tú, en qué momento te encuentras? Si aprecias alguno de estos síntomas te aconsejamos venir a vernos lo antes posible.

 

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