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La caries del biberón es un tipo especial de caries que afecta a los bebés que aún están en periodo de lactancia.

Este tipo de caries del biberón se origina cuando las encías y dientes del bebé están expuestos con frecuencia a líquidos que contienen azúcares. Estos líquidos pueden ser, leche, fórmula, zumos de fruta, refrescos y otras bebidas azucaradas. Los azúcares que contienen estos líquidos se fijan alrededor de las encías y dientes del niño. Esto sirve de alimento para las bacterias que originan la placa. Desgraciadamente, los padres, suelen reconocer este problema a los 20 meses, cuando la caries ya está muy avanzada y la solución es más difícil.

La caries del biberón, también se asocia a los niños que se alimentan durante mucho tiempo con leche materna. También a aquellos niños cuyos chupetes se humedecen en miel, azúcar o jarabes. En ocasiones esta afección también puede aparecer en niños de hasta 4 ó 5 años.

Las probabilidades de aparición de caries aumentan mientras el bebé duerme. El motivo es debido a que los fluidos dulces se quedan en la boca y el flujo de saliva disminuye por lo que estos líquidos permanecen en los dientes por más tiempo. Por ello, alimentar al bebé con bebidas azucaradas antes de la hora de la siesta o de acostarse puede ser nocivo.

Si no evitamos esto, puede empezar a aparecer dolor o convertirse en caries. Lo que hará que los dientes con caries graves deban extraerse y probablemente que el bebé desarrolle malos hábitos. Por ejemplo, problemas en el habla, dientes torcidos, una mala dentición en la etapa adulta. Además se pueden originar problemas y retrasos en el crecimiento. Una dentición sana de pequeños muchas veces resulta en una dentición permanente saludable.

La prevención de la caries del biberón es esencial. Para prevenirla puedes masajear las encías del bebé al menos una vez al día con una gasa húmeda alrededor del dedo para limpiar sus encías. Además cuando empiezan a aparecer los primeros dientes es el momento de empezar a usar un cepillo de dientes suave. Nuestra recomendación es aplicar una pasta de dientes sin flúor hasta que el niño sepa escupir.

Entre los 6 y 12 meses de edad es el momento adecuado para traer a tu hijo al dentista. Nuestro equipo especializado en odontopediatría te aconsejarán sobre el plan de tratamiento más adecuado. Cuidaremos de tu hijo en función de  la edad del niño, la cantidad de dientes afectados y la gravedad de las lesiones.

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